La enfermera que se llamaba Luisa y de la que me había hecho yo muy amiga, me ayudo a prepararme y me tranquilizo, por que yo estaba un poco asustada. Tendría que volver al instituto algo que yo no quería hacer ni pagada.
-Alice, tanquila, el instituto es algo que tendras que ver tarde o temprano.Es inevitable, superalo.-Decia Luisa.
-Pero no quiero.
-Lo se, pero ¿no entiendes que te ayudara a recordar muchas cosas?
No conteste, mi madre llego.
-Hola cielo.
-Mama...
-¿Estas ya lista?
Asentí, me despedí de Luisa y prometió que iría a visitarme.
Salí del hospital y fui consciente de que había estado mucho tiempo encerrada.La luz del sol me hacia daño, parecía un vampiro, pero había insistido que en mi habitación las persianas permanecieran bajadas.Y me había pasado factura muy malamente.
Llegue a mi casa.Era una casa de dos pisos, en mi cabeza yo me había imaginado un edificio y todo el rollo ese.Me pasee por las habitaciones intentando recordar algo, pero para mi cabeza era como si fuera la primera vez que entraba en aquel lugar.Entre en mi habitación era amplia y luminosa,lo primero que hice fue cerrar la ventana y bajar la persiana. Encendí la luz, tenia una decoración en azul claro, que le daba vida a la habitación.En la derecha había un ordenador de mesa, al lado un armario muy grande y lleno de ropa. También una estantería llena de todo tipo de cosas,no había ni un solo póster colgado.En la tele, durante mi estancia en el hospital, había visto que todas las chicas solían tener cosas colgadas.Soy la excepción adolescente.Me senté sobre la cama,me sentía un extraña en aquel sitio,no recordaba nada de lo que había aquí.Era todo tan nuevo para mi.
¿En serio alguna vez llegare a recuperar mi memoria?
Tal vez, nunca.
En mi habitación habia un baño privado, encantador, era oscuro eso me agrado.
Me pasee por la casa había un salón con una tele un sofá, sillas otro sofá, un portátil.Vamos lo mas normal del planeta.Mi madre se encontraba en la cocina, haciendo la comida por lo que decidí no entrar para que no me diera la lata. Salí fuera, teníamos un jardín, precioso, había cogido unas gafas de sol para la luz,aunque para nada había sol.Teniendo en cuenta que estaba en Londres, y rara vez hacía calor.Era como que en el mediterráneo nieve en verano.Muy raro.Al fondo habían dos columpios y un tobogán, debía de haber sido una caprichosa monumental para tener eso.La casa era bonito en general, pero estaba muy alejada del centro,Eso no mola tanto.
Despues de dar incontables vueltas por la casa para recordar algo volví a mi habitación y me acosté sobre la cama, agotada.Mire el techo, habían letras escritas ahí arriba.Me levante y me puse de pie sobre loa cama,llegaba bien al techo. Habían cuatro letras escritas.Me esforze por comprender lo que ponía pero no era posible. Volví a acostarme frustrada.La voz de mi madre me llego.
-¡Alice!
-¿Que?
-¡Ven!
"No quiero"
-Voy...
Baje rápidamente y la vi con su bolso.
-¿Que pasa?-pregunte.
-Voy a comprar,necesito algo para la comida¿Quieres venir?
"Ni de coña voy contigo"
-No gracias, prefiero quedarme aquí...para recordar...ya sabes.
-Esta bien...tardare un poco...pero puedes encender el ordenador y meterte en tu Twitter...
-Si recordara la contraseña, créeme lo haría.
-Bueno la tele, esta ahí...
-Claro...
No dijo nada,se dio la vuelta y salio cerrando la puerta tras si.
Me quede allí quieta hasta que se oyó el motor del coche salir disparado.
Sonreí.
En cuanto el coche se alejo y se perdió por el camino, salí de casa.Antes busque llaves por toda la casa,las encontré encima de la mesa de mis escritorio.Antes de salir de casa me mire al espejo, parecía un zombi en toda regla.Llevaba ojeras de dias,la cara palida y un rostro cansado y triste, ademas de las secuelas de golpe de James. Parecía mas que un zombi un muerto.
Sacudi la cabeza y sali de casa.Me pasee frente a una serie de casas vecinas.Mi casa era la unica que tenia un mini parque en el jardín.Me pare frente a una que era realmente bonita, observe los detalles de las paredes maravillada.De repente se me congelo la sonrisa al ver salir a Harry de aquella casa, pero que venia ha hacer este tio por aqui. Maldice por dentro.Lo unico que se me ocurrió fue esconderme aun que antes de que pudiera hacerlo el ya me habia visto.
"Mierda"
Harry me miro con sus admirables ojos azules congelando los míos, también azules pero en un tono mas apagado.
-Alice-dijo.-¿Me seguías?
-Yo iba a hacerte la misma pregunta-conteste.
-¿Que haces aqui?-Nos preguntamos los dos a la vez.
Fuimos concientes de lo ridiculo de la situación.
-Vivo por aqui-conteste-¿y bien?¿Cual es tu escusa?¿Vives por aqui?
-No.
-¿Entonces?
-Mi novia vive aqui-Señalo la casa de la que acababa de salir.
Me quede callada y ¿ahora que se suponia que debia decir?
-Am.-dije
-Me alegra verte.
Estuve a punto de peguntarle por que no habia ido a verme al hopital, pero me sono ridiculo en mi mente.
-A mi no tanto.
-Tenemos que hablarlo ¿Sabes?
-¿Hablarlo?perdona que te lo diga, pero es que yo ya no tengo nada que decirte.
-Pero yo, si.
-La cosa es que yo no quiero oírlo.
-No voy a pedirte que no le denuncies.
No dije nada, me di la vuelta totalmente dispuesta a irme a casa, de donde nunca tuve que salir.
Harry cogió mi brazo.
-¿Que haces?-dije.
-Tienes que oírme.
-No-dije intentando quitarme su mano de mi brazo.
Me puso cerca de el y me cogió obligándome a mirarlo a los ojos.
-Necesito que me escuches...
-¿Harry?-dijo una voz detras nuestra.
Me volvi lentamente y vi a una chica.Una chica proveniente de la casa de la que antes habia salido Harry.Una chica rubia de ojos claros y alegres una sonrisa blanca y de estatura normal.
-Izzy-susurro Harry mirando a la chica que no observaba extrañada.